martes, 21 de febrero de 2012

Viviendo con una blackberry: el nuevo esclavismo

Este post lo llevo pensando desde hace días, pero nunca tengo tiempo... ¡Porqué contesto emails a todas horas!

Tener un receptor de emails portátil: es el nuevo método de esclavitud. 

Antes salías -tarde, puede que muy tarde- pero salías. Y más o menos aparcabas en doble fila el trabajo e intentabas ser una personita y no un mísero ejecutor de tareas.

Pero ahora... Te puede caer un marrón de trabajo a cualquier hora, en cualquier momento y en cualquier circunstancia.
(Y más si trabajas en una franja horaria muy distinta a la que vive la empresa madre.)

Ejemplos bizarros del último mes:

- Durante dos domingos seguidos el presidente de mi empresa me frió a emails entre las 19h y las 21h (sus 1h a 3h de la mañana).
 ¿Y quién es el guapo que no le contesta? Gracias al doble-check sabe que has leído... ¡¡¡Los quince emails!!!

Brunch avec "jefe".

- Recibir emails de un proveedor cuando estás de vuelta de IKEA -sintiéndote miserable y arruinada- que ponen: "Good night..." (sí, con los puntos suspensivos incluidos).
Eso sí, mi contestación ranquea entre las 10 frases más bordes la humanidad.

Y es que esto de tener teléfono de empresa es peor que una relación dependiente. 

Mi blacky vive en silencio, pero os aseguro que se mueve alegremente para reclamar mi atención. Cada jornada me pide que la alimente (no como esos Nokia añejos que duraban días y días) y le encanta levantarme a las 3,35h de la madrugada para recordarme que en España son 6h más y allí la gente ya trabaja.

Sí, sé que la solución está en mi mano. Apagar el bichejo y decidir que no contesto nada fuera de mi horario laboral. Ay, si fuera tan fácil...  
But this is New York: if you make it here, you make it anywhere.

PD: Hoy el presidente de la empresa me ha agregado a Skype...


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