lunes, 27 de febrero de 2012

Hoy había tenido un buen día

Todo era bonito en el día de hoy.

Había conseguido acabar cosas del trabajo, estaba de buen humor, sentía la dicha dentro de mí. Al volver a casa he decidido que es más bonito junto al lago, que nada de aceras, que el parque está allí y casi no lo piso.

Mi piso visto desde el parque.


Reflejos de edificios en el lago, patos aterrizando en el agua, perros paseando, la canción correcta en el ipod...

-Y ¿qué es eso? Una ardillita? ¡La primera que veo!.

- ¿O es un perro patada, un canimerdi?

Una rataza, señores y señoras. 
Del tamaño de un chiguagua sobrealimentado y con la rabia.

Back to reality, lo llaman.

Out of the blue: mis sitios favoritos de MAD

Después de hablar durante más de dos horas con Rodri, me ha entrado morriña. Mucha y de la mala, malísima.

Echo de menos el verano genial que pasé con él, echándole broncas y siendo regañada. Dejándome las llaves del piso dentro y comiendo helados por Chueca.


Y es que mola ser newyorkina. Vaya, es lo más. Pero Madrid... Me tiene el corazón robado -por mucho que no lo quiera.

Mi barrio favorito, a grandes rasgos. es Chamberí, y en particular, la Plaza del mismo nombre. Aunque también me encantaba ir a Olavide cuando no había nadie; pasear por Eduardo Dato con taconazos camino al Tomate e ir a escuchar jazz un día cualquiera en la Sala Clamores en compañía de JC.

En verano mi refugio espiritual era el jardín del Museo Sorolla. (Y una alegría para mi maltrecha circulación sanguínea.)

 

Un planazo de media tarde hasta el anochecer, era ver caer el sol junto al Templo de Deboh con Álvaro y Violeta, mientras sorbía chocolate caliente con nata de Starbucks.

Comer bien era bastante anecdótico, aunque siempre caía una tapa de queso como bien pedía Dani-san. Con quien practicaba japonés (o teatro. No lo sé bien) en el Café Comercial, para después volver a casa andando por Fuencarral alto. Aunque cerca teníamos La Musa, que sirve buenos pinchos de jabalí.

Mi sitio para sorprender turistas era el Mercado de San Andrés.
Y mi pequeño secreto, el restaurante Según Emma.

En Madrid casi siempre usaba el bus. Con especial fervor montaba en el que hacía el trayecto hasta Diego de León bajando por Martínez Campos, camino a la biblioteca para estudiar junto a Isma. O para ir al mejor museo de Madrid, el Thyssen, en un día de primavera. Para al salir, ir a tomar café en el Ateneo de Madrid en unos de los pisos de arriba.

La Realidad era mi confesionario cool (siempre con Rolle) y el Geographic mi bar de quedar bien con gente seria. Tambié por Malasaña iba de pubs quitapenas. el mejor, el MaderFucker, que mejoraba aún más mi humor si antes había cenado en el A dos velas (que se encuentra justo delante).

De copas caras sólo iba con Rodri -y con Borjita, en noches memorables. Íbamos desde al Villamagna, al Hotel de las Letras, pasando por el Del Diego. Aunque mi nuevo favorito lo dirige Javier de las Muelas en el Meliá de Plaza Colón. Eso son sofás, y el resto, ¡tonterías!

Y mi hogar en Madrid, aunque fue en Quevedo durante un largo tiempo, era el piso de Carmen en Príncipe Pío.

Echo de menos mi Madrid de verano intenso, de despedidas dramáticas en el metro con Paula, de ir de paquete feliz en la moto de Pablo.


viernes, 24 de febrero de 2012

La infelicidad está en las pequeñas cosas.

Muchos os acordareis de un libro que hizo furor ahora hará unos 10 años:
La felicidad de las pequeñas cosas de Arundhati Roy.

El libro es bastante malo, básicamente es una revisión best-seller style del Carpe Diem latino con algo de iluminación indú y ese neo-hippismo californiano que sólo se tragan los muy perdidos.

La mención al libro, pero, es sólo respecto a la falacia de su título. La verdad de la vida, es que es la INfelicidad se encuentra en las pequeñas cosas.

Hoy por ejemplo, he tenido un día miserable hecho de pequeñas desgracias.

Me he levantado con dos granos nuevos: gracias NY y tu bonita contaminación, ¿cómo se lo hacen las pijas para combatir la polución?

Cuando he salido de casa, me he dado cuenta que llovía, pero iba tarde y justo en mis narices he perdido el bus que me acerca al metro, así que a patita y cantando bajo la lluvia.


Igual de "feliz" me hallaba yo.

Al llegar al suburbano, desde las escaleras he escuchado que se acercaba un convoy y he decidido correr... para acabar resbalando gracias a las baldosas metro-nuevayorkesas y caer encima de la una malhumorada lady del sur (o de Harlem en este caso).

Las dos primeras horas de trabajo han transcurrido en paz, hasta que he borrado a eso de las 11h, el excel que llevaba haciendo desde que he llegado: olé, olé.
¿Me ha preguntado Windows  si estaba segura de no guardar? Sí, me lo ha preguntado. ¿Entonces?
Básicamente mi cerebro estaba en modo "spider pig-spider pig"" a lo Hommer Simpson.

Y llegamos a la hora de comer y mi espectacular clarividencia. Decido ir al chino, por bonito, bueno y barato. Y en un momento que podría iluminar el París de 1881, he pedido el plato más caro de toda la carta. Para después ver que el mismo plato era el plato del día a mitad de precio (la chinorris se lo ha callado, eso sí).
Btw, me he manchado comiendo...

Y mientras pensaba que mi día no podía ser peor, me entero que toda la semana que viene me la pasaré en la bonita Providence y que para ello, ¡¡me tendré que pillar un tren a las 6AM!!

El día ya oscurecía y me he montado en el tren a casa, después de mojarme cual patito de Central Park de camino a él.

Me monto, huele bien y hay sitio ("Oh, mi suerte cambia." -pensó ella, crédulamente) y... Me duermo, me duermo tanto que me he despierto en la parada de la calle 200, en pleno Bronx. ¡¡Ese barrio tan recomendable!! 

Casi una hora después de lo esperado, he llegado a casa y había tres coches de policia delante y una ambulacia. Me encanta cuando la gente se dedica a tirarse tiros cerca de mi residencia habitual.

No pienso salir. No pienso moverme.

No emprenderé ninguna empresa más allá de escribir esta entrada y beber té (Thé Mariage: French Breakfast) mientras me ilumina la vela de "Comfort" que me regaló mi jefa por Navidad. 

Si no me relaja, les demando por publicidad vinculante. Aunque pensándolo mejor, lo hago otro día, que hoy seguro que me acaban acusando ellos de algo.



Está claro que la infelicidad se encuentra en las pequeñas desgracias de cada día.


martes, 21 de febrero de 2012

WHAT'S WRONG WITH VALENCIA?

És ben sabuda la meva obsessió anti-Camps, i el meu interès pels polítics del sud del meu país. 
València i la seva classe política em causen una perplexitat només comparable amb la que em crea la gent que capaç d'emprar la violència.

De la mateixa manera que el meu cap no concep infligir dolor a cap ésser, no entenc com al País Valencià passa el que passa, es vota el que es vota i s'aguanta "lo" inaguantable.

¿Per què els valencians no s'han manifestat abans?

Sé que les manifestacions anti-retallades són habituals, però no tenen repercussió més enllà de TV3 (televisió prohibida en aquelles terres, per altra banda). L'atenció dels mitjans només s'ha bolcat quan els sense-cervell dirigits per la senyora "delegada" han apallissat a tot adolescent, jove, no tan jove i avi que passava pel carrer.


I ara em pregunto... Tota aquesta gent que ha votat al PP a València, ¿potser alguns família del apallissats, seguiran votant al partit de la corrupció, de la doble moral i ara també de les hòsties no consagrades?

València ha estat des de temps immemorables un feu de gent "d'ordre". Només cal recordar que a l'únic lloc on van sortir els tancs la nit del 23-F va ser a València ciutat. La Comunitat Valenciana -tal i com els agrada anomenar-se- té diversos complexes d'inferioritat.

Si no, no s’entén que la seva gent voti a animals assedegats de poder i diners que endeuten els seus votants amb "panes et circus" com la F-1. O que aproven obres de metro inflacionistes en despeses i deficitàries en enginyeria. Per no parlar de la moral distreta del senyor Camps cap a les famílies deles víctimes de l'accident del ja mencionat metro.

No m'alegra gens que s'hagin repartit garrotades entre alumnes, vianants i altri. Però potser calia aquesta brutalitat per remoure consciències i que els valencians i valencianes sortissin a dir prou.

Ara que es comença a veure una mica de la llum, des del meu humil atri demano què algú estudií “What’s wrong with Valencia?” de forma seriosa.

Americanas que la lian.

¿Y ese título, a qué se refiere?

Pues a féminas americanas, de toda clase, color y condición, con tendencia a crear enredos.

Se gritan en el metro, se pelean en el Wholefoods, se meten en problemas en el párquing de Costco...

Mis experiencias más surreales han sido:

- "Don't rob a gansta, mamma."
Profesional joven de 30 y pocos que le roba descaradamente el sitio de aparcar a un latin king de Harlem. Este se baja cuando ella ha acabado de aparcar y ella se pone a gritar en plan locura total. (No le tocó un pelo).


- Metro de Nueva York: línea verde entre Times Square y el Upper East Side. 
Señora de color sentada leyendo su kindle. Se le sienta otra señora de mediana edad acabada de salir de pelu al lado.

Señora contenta con la peluquería se toca el pelo. Se la ve contenta. El pelo le luce bonito. Yo le sonrío desde delante asintiendo con ella en que el pelo se ve bonito. 

Infelices, descontentos y mucho desgraciado coge el metro.

Y va y señora amargada de al lado y le insulta -y casi le escupe- porque en un movimiento de pelo, se le ha acercado demasiado (no la ha tocado). 

De nuevo, esbozo una sonrisa para la señora y así demostrarle mi empatía después del insulto más "random ever". La insultadora es una loca de los gatos poseedora de gadgets tecnológicamente avanzados; pero una zumbada peina felinos, en el fondo.


- Drogadicta out of the blue.
Wholefoods es una cadena de supermercados para pijos con consciencia (también llamados modernos a gente que lee demasiado blogs ecologístas). 

En una de sus tiendas todo huele bien, está bien dispuesto, hace pinta de ser delicioso... (Personalmente, no me puedo permitir comprar allí. Sólo lo piso cuando voy a hacer store-checking para mi trabajo.)

Señora normal haciendo lo normal en Wholefoods... Podría ser yo de tan normal que es.

Es el último sitio donde esperas encontrarte una tísica colocada de crack colándose para pagar. Y allí va típica rubita americana con traje y tacones -que no sabe usar, lo cual la asimila a un pato- a defender su posición con un "Who do you think you are?".

Y entonces ve los ojos trastornados de la otra que murmulla con voz baja pero contundente: "Shut up, or I'll kill you."

Mi personita estaba pagando en una caja a unos 10m de distancia, y aún así, me acojoné.
By the way, la lianta salió acompañada del guardia de seguridad y la drogadicta pagó su agua de coco.


- Cougar a la caza.
Para los que desconozcan la denominación "cougar", se refiera a esas maduritas compradoras compulsivas de estampado animal que salen a la caza de cachorrillos (véase, veinteañeros, de nuevo, de toda clase y condición).

Las cougar siempre la lían en los mismos parajes: en un bar de deportes o en centros comerciales.

Habito de caza para cougars.
Son mujeres experimentadas que conocen sus derechos "My taxes paid for that" o "You don't treat a customer like that" y los expresan con potencia verbal mientras mueven sus ubres al viento.

Desde que vivo en Nueva York me siento más discreta que nunca. Pero es que la vida no es un episodio de Curb your enthusiam, ni yo soy Larry David...


I prefer to mind my own business.

Viviendo con una blackberry: el nuevo esclavismo

Este post lo llevo pensando desde hace días, pero nunca tengo tiempo... ¡Porqué contesto emails a todas horas!

Tener un receptor de emails portátil: es el nuevo método de esclavitud. 

Antes salías -tarde, puede que muy tarde- pero salías. Y más o menos aparcabas en doble fila el trabajo e intentabas ser una personita y no un mísero ejecutor de tareas.

Pero ahora... Te puede caer un marrón de trabajo a cualquier hora, en cualquier momento y en cualquier circunstancia.
(Y más si trabajas en una franja horaria muy distinta a la que vive la empresa madre.)

Ejemplos bizarros del último mes:

- Durante dos domingos seguidos el presidente de mi empresa me frió a emails entre las 19h y las 21h (sus 1h a 3h de la mañana).
 ¿Y quién es el guapo que no le contesta? Gracias al doble-check sabe que has leído... ¡¡¡Los quince emails!!!

Brunch avec "jefe".

- Recibir emails de un proveedor cuando estás de vuelta de IKEA -sintiéndote miserable y arruinada- que ponen: "Good night..." (sí, con los puntos suspensivos incluidos).
Eso sí, mi contestación ranquea entre las 10 frases más bordes la humanidad.

Y es que esto de tener teléfono de empresa es peor que una relación dependiente. 

Mi blacky vive en silencio, pero os aseguro que se mueve alegremente para reclamar mi atención. Cada jornada me pide que la alimente (no como esos Nokia añejos que duraban días y días) y le encanta levantarme a las 3,35h de la madrugada para recordarme que en España son 6h más y allí la gente ya trabaja.

Sí, sé que la solución está en mi mano. Apagar el bichejo y decidir que no contesto nada fuera de mi horario laboral. Ay, si fuera tan fácil...  
But this is New York: if you make it here, you make it anywhere.

PD: Hoy el presidente de la empresa me ha agregado a Skype...


martes, 14 de febrero de 2012

Valentine's Day

Avui m'han preguntat una d'aquelles coses que només et poden preguntar un americà.

M'han felicitat el Sant Valentí, festivitat inventada per vendre postals i stocks horteres de coses roses i/o vermelles.

Per començar, que em felicitin un dia tan irreal, no m'ha encantat. Però el meu tarannà educador -i innocent- m'ha portat a explicar com funciona això del Dia dels Enamorats a la meva terra, a Catalunya.


"Al meu país el dia dels enamorats coincideix amb el dia del llibre. És un dia preciòs a finals d'abril en que els nois regalen roses vermelles a les noies, i les noies un llibre als nois..."

I aquí m'ha interromput per fer-me una de les preguntes més sangrants, terribles i fora de lloc de la meva vida.

Pregunta d'americà: "-Oh, interesting. XXX books, perhaps?
(Traducció: "-Oh, que interessant, regaleu llibres per adults, potser?")

I pensareu que estava de broma, que era una pregunta entremeliada. No, no ho era. Ho deia de debó, desgraciadament.

No se m'acudeix manera més potinera d'embrutar el que significa Sant Jordi i la festa nacional de Catalunya.

Es pot ser un mercenari a la feina, es poden passar per alt els defectes dels altres, fins i tot es pot tenir un blog en castellà, però s'ha de ser conseqüent a la vida:

Avui tinc un amic menys a Nova York.

martes, 7 de febrero de 2012

Es muy duro ser ama de mi casa en NY...

Allí donde he vivido me las he arreglado para -casi- no tener nada a mi nombre. Siempre era otro el que daba la cara, y ponía el nombre. 
Hasta Nueva York...

Aquí, en la tierra del control extremo, tengo el piso, la luz, el gas y dos cuentas bancarias vinculadas a mi personita.

Pero el problema no es sólo el control y el "Fill the form". Lo que me molesta es la cantidad ingente de papeles y gestiones que se tienen que hacer para todo:

- Pagar el alquiler con cheque confirmado por el banco. 

- La luz y el gas se tienen que abonar a través de un cheque por correo. (Y cuidadín no llegue tarde.)


 - El teléfono tienes que ir a la tienda y poner en su sistema tu cuenta de cheques, tu routing number y el día del santo de tu madre…

- Por no hablar que mi banco on-line –concepto muy sugeneris en USA- me cambía la pregunta secreta cada mes. Pero es que encima, ¡no puedo escoger las preguntas! Son predeterminadas y de cáracter muy "Internacional".

Ejemplos reales que me propone mi banco:
-      El “middle name” de tu padre. (Va a ser qué de eso no gasta.)
-      La calle dónde vivías en “first grade”. (First, what?)
-      El apellido de soltera de tu abuela. (El mismo que sigue llevando la señora)
-      El nombre de tu profesor de “seven grade”. (¡Enga ya!)

Claramente los señores de Capital Bank no se dan cuenta que existe vida más allá de USA, ni que la mitad del país se ha criado en otra cultura.
¿Pero por qué ser consciente de ello? La conquista mundial consciente precisamente en homogenizar a imagen y semejanza…

Y me diréis, ¿por qué no domicilias estos pagos y te olvidas? Pues porqué no es tan fácil!! 
Que más querría yo...

Hoy, por ejemplo, he tenido que escribir un cheque a nombre de la compañía eléctrica y invocar a los dioses para que llegue a tiempo por correo.

Ir a buscar seis abrigos, chaquetas y vestidos a la tintorería. Y llevar tres kilos de ropa sucia a la lavandería (not the same).

Mandar un documento firmado al New York Housing Department (Departamento de Vivienda) conforme he sido informada que no puedo lamer las paredes de mi piso.


Y ahora me tengo que dirigir a Hell's Gate Post Office a recoger un paquete con jamón y fuet -que me mandó mi adorado Martín.
Me pregunto qué cantidad de "forms" me hará rellenar el Can Cerbero antes de entregarme la charcutería escondida entre papeles...

Y todo esto cuando recibo un correo electrónico que afirma: "Just to inform you that this is very important information and you should send it to us as soon as possible, otherwise your status will be invalid and you can have problems with the Department of State."


 Es muy duro ser madre soltera... De mí misma.

domingo, 5 de febrero de 2012

Expos en Tribeca; cocktails en Meat-packing...

Desde que me he mudado a NY mucha gente me pregunta si me siento como en Sex & the City...

Y la respuesta es: a veces.
(El resto de veces me siento como una fregona -despeinada y mojada porqué llueve y hace viento.)

Pero sí, hay veces que tengo flashes. Además, yo sí puedo entrar en Soho House. Que es ese club al que Samantha se cuela y del que las echan... ¿Os acordáis? Pues ahí voy yo a cerrar contratos -¡y sin saberlo!

La verdad es que creo que Sexo en Nueva York ha afectado a la psique femenina de medio mundo, pero más concretamente a las residentes en la Gran Manzana.

 Reconozco que flipo con la obsesión de las NY por el "dating".

En Suecia vivía en el mundo de las parejas estables, de las familias, de la estabilidad emocional (falsa, pero buscada sin cesar). Y, sin quererlo, pero sí bebiéndolo, he ido a aterrizar en su némesis.

Vas a una expo en Tribeca y tú crees que vas a ver muebles chulos, pero NO. Ilusa de mí.
Lo que en realidad presencié, fue un espectáculo de auto-promoción al más estilo pavo real en primavera: cruces de miradas, flirteo de baja intensidad, agendas que se rellenaban con excusas banales...

Eso sí, gracias a Carrie sabía que si quería comprar un mueble, tenía que pedir el "descuento para diseñadores".

Fue muy interesante, de asistir.