martes, 29 de mayo de 2012

Vergonya.

Veus que a Espanya és possible contractar algú sense especificar quin sou tindrà, i alhora que algú s'endugui 14 milions de jubilació quan la seva gestió hauria d'estar penada amb la presó. I no t'indignes? Em fas vergonya.

I sí: tenim uns mals polítics, uns banquers corruptes i una bona colla d'evasors fiscals. Efectivament, els tenim. I ens tenim a nosaltres, una societat civil endormiscada, vagassa i menyoga que ho permet.

Perquè fem pena com a ciutadans.

Cada dia que no ens queixem, cada vegada que procurem per mantenir una feina precària, cada cop que acceptem un contracte amb condicions indignes. 

Cada jornada que callem i assentim: fem vergonya.



L'altre dia preguntava a un amic basc, resident a Nova York, però a Barcelona per feina com veia a la gent, la societat.

Em va contestar:
"La gente sigue divertiendose, saliendo, pasándolo bien."

Em vaig enfadar. 

No vull atacar al meu amic, que és molt bona persona, però la seva afirmació reduccionista i optimista em va molestar profundament.


Potser només em va transmetre la seva mirada -des dels seus 80.000$ a l'any de sou i amb feina indefinida a USA. O no va saber veure més enllà dels seus amics -la majoria artistes subvencionats familiarment i/o hippies conformats amb la seva mediocritat salarial i laboral.

Però és que aquí justament resideix el problema: on veu que sigui bo seguir divertint-se amb la que està caient?

És VERGONYÓS. 

És que ningú ha llegit a Marx? Algú veu que esteu al·lienats de manual?

No us fa vergonya estar divertint-vos? No us adoneu que cada cervesseta que feu amb altres conformistes us al·liena més?

Deu ser que no veuen que els més afectats per la crisis són ells mateixos, els joves d'entre 18 i 35 anys. Però ara també els nens (ja som el 4rt país d'Europa en pobresa infantil), les persones amb discapacitat i els jubilats. I en especial, les jubilades, perquè la pobresa té rostre de dona a Espanya.

I què fa la gent amb forces per protestar? Els ciutadans amb formació per moure les coses, on són? 

Aquesta generació tan ben preparada, per què no s'organitza per encausar als responsables com a acusació particular? 

Quants advocats sense feina no podrien aprofitar els seus coneixements? Quants publicistes a l'atur no usen el que han après per mobilitzar les masses? Quants periodistes no denuncien el que veuen?

Al carrer protestant hauríeu de ser. I des de fa dies!
Davant de cada banc, davant de cada organisme governamental demanant responsabilitats, davant de cada jutjat posant denúncies!

No podeu seguir als bars oblidant.

A vegades entenc perquè el Generalísimo va morir el llit després de 40 anys de dictadura. Perquè la nostra és una societat immadura, de recompenses immediates, al·lienada des de l'analfabetisme funcional.

Societat de la que he fugit: 

O busqueu una millor vida fora (que no és fàcil, encara que molts ho pensin.) 
O intenteu millorar el que teniu a casa.

Però el que esteu fent fins ara, queixar-se però oblidar al bar de la cantonada: és vergonyós.

lunes, 28 de mayo de 2012

Un invierno moderado...

Me lo temía.

Cuando tienes la suerte de tener un piso muy calentito y un invierno casi cálido, sabes que la vida no te puede sonreír dos veces... Y que tendrás un verano infernal.

Como hija del clima mediterráneo, sé que puedo sobrevivir al ferragosto del sur y al bochorno húmedo, pero New York... Es otra cosa.

Cerdita busca agua donde refrescarse.
 Los edificios y ese pavimento horrible mantienen el calor más que una placa solar. Concentran altas temperaturas imposibles en otras ciudades menos densas.

Y demos gracias a vivir delante de Central Park y en una avenida. ¿Cómo debe subir el calor en calles estrechas y bulliciosas, como la 33st y su Korean way?

Voy a mirar precios de aires acondicionados en Amazon...


viernes, 25 de mayo de 2012

Odio cuando cosas que me gustan se ponen de moda

Aborrezco que mis gustos, personales e intransferibles, se popularizen.


Me gustaba Audrey Hepburn mucho antes que abusaran de su magia y la convirtieran en cultura pop. A los 10 años mi abuelo me decía que tenía su cuello y me ponía pañuelos imitandola. Después vino la Audrey-mania y estropeó mi gusto por ella.

También usé faldas de tubo antes que las llevara todo el mundo. Así como zapatos de cuña, bolsos-sobre, por no hablar de los vestidos lady-like.

Lo de los gintonics es uno de mis odios profundos. Denosto su popularización -y por lo tanto, su consiguiente vulgarización.

Bebo gintonic desde un fin de año en Copenhagen, es decir, desde los 21 años. Y Fever Tree y Citadelle están en mi vida desde bastante antes que en cualquier bar de sitios poco glamourosos, como no sé, Valladolid.
Por no hablar del sherry, o jerez! 
¿Tenía que venir Downtonw abbey para qué se dieran cuenta de lo bueno que es? 
(Por Dios, que no salga tokaji en ninguna serie. ¡Mi tokaji de 5 putoños que no me lo toquen!)

En cuanto a hombres. A los 23 ya salía con un "hombre de bien" que vestía chalecos y me abría todas las puertas. Y no como en estos dos últimos años, que cualquier patán se pone eso por montera y se auto-define como tal.

Y ahora veo que la literatura italiana se está poniendo de moda??? ¡¿Es una broma, no?!


Aquí el artículo que lo prueba.

Indocumentados del mundo: -¡Id a leer a franchutes y nórdicos! (Y sí, estoy usando el verbo en imperativo.)

Toda mi vida huyendo de lo fashion. Escupiendo intelectualmente a los modernillos, denostando a los modé... ¡Y al final voy a acabar siendo engullida por su afán de cosas nuevas!

Mi odio más profundo para la modernidad. Así de claro.

Real New Yoker

Dicen que no eres un nuevayorkés de verdad hasta que...
- Te piden direcciones.
- Ves a Woody Allen.
- Te peleas con alguien en el metro/bus/Macys.

Personalmente, creo que no eres un "newyoker" de pro hasta que no robas un taxi.

Ya eso iba yo hoy cuando... Me he apiadado del señor al que estaba robando.

Le he mirado y le he dicho: "Ok, I'm sorry. Bad day."

Y me ha dicho: "Let's share it, sweetheart."

Así que me he subido rápidamente al taxi con un adorable medio italiano-medio judío. Me ha preguntado de dónde era "My lovely accent" y así hemos empezado a hablar.

Pues se ve que me he subido al taxi con un representante de comediantes (Jonás, tengo su tarjeta. No worries).

Así que hoy, en un día horrible, y con la intención de robar taxis, he conseguido una carrera gratis y dos entradas para Broadway para ver stand-up comedy.

Creo que esto me valida como new yorker, verdad?

martes, 22 de mayo de 2012

Washington Square


Washington square tiene un punto melancólico para mí.

No me pertenece, es de otra persona, de alguien con quien nunca compartí este espacio, pero aún así: es suyo.
La primera vez que estuve en Nueva York no pasé por NYU. Supongo que estábamos demasiado ocupados intentando ver la Estatua de la Libertad, Times Square o Wall Street.

Pero ahora que vivo aquí, en esta realidad que aún seis meses después se me antoja sueño, Washington square está muy presente. 

Cada vez que espero a alguien en ella, o simplemente aprovecho sus zonas verdes para cazar rayos de sol, se hace más mía.

Vivir en Nueva York siempre fue mi objetivo, pero siendo sincera: nunca le puse muchas ganas. (En realidad nunca le he puesto muchas ganas a nada, aparte de intentar ser feliz junto al mencionado poseedor de la plaza).

Y ahora estoy aquí. Posiblemente pasando por uno de los mejores años de mi vida –pasada y futura.
Ni lo intenté. Era el destino. Y por primera vez desde que tengo memoria, sé que vivo el presente.

Es lo que tiene la Gran Manzana.

lunes, 21 de mayo de 2012

Errores comunes


Hoy pensaba en los errores que he cometido en mi vida. Son varios, y la mayoría muy estúpidos.

Aquí va una lista de ellos:

-          No estudiaría publicidad. Sino ciencias políticas.
Tendría el mismo trabajo que ahora, pero sería más culta y bastante menos superficial (y/o nazi estética según Jonás Porcar).

-          Me hubiera sacado el carnet de conducir a los 18 años.
Y no nunca, como es el caso.

-    Compraría más flores.
Y menos vestidos floreados.

Y bebería vino mucho antes de los 25...
-          Respondería con intuición a todas las preguntas test de mi vida.
 Y no con racionalidad, claramente no me funciona muy afinadamente.

-          Hubiera usado ING Direct, Seriesly y bajado el whatsapp antes.
Pero MUCHO antes.

-          Daría menos portazos y me iría antes.
Pero MUCHO antes. (sic)

-          No adoptaría a un conejo.
Y lo desaconsejo a todo el mundo. No interactuan, huelen mal, tienen enfermedades raras, sus caquitas huelen a sudor… 

Lo mío son los txerritxus!
 -          Nunca escucharía los consejos de un asesor financiero.
Aunque sí los de mi padre sobre pasaportes.

-          Saldría más de fiesta…
Dormiría lo mismo.

-     Me casaría por papeles.
Y saldría corriendo de locos.

Locos para las locas, como Betty.

-          Miraría mejor a quién pongo en copia en los emails.
Así no aprendería a malas como cuando hablando mal de alguien, le pones en Cc’s…

Ya me he puesto crema solar siempre… 
Así que no regrets en este aspecto.

domingo, 20 de mayo de 2012

Primavera permanente

Después de dos semanas en las que he llegado a sufrir por mi bienestar físico y mental en diversas ocasiones, hoy he sido libre. Trabajar en tiempos oscuros, agrios y encima con presión te hace disfrutar más lo que te rodea.

Hoy, ataviada con un vestidito de seda y con sandalias, me he dado cuenta que llevo viviendo una primavera constante desde que dejé Suecia.


El año pasado el buen tiempo llegó a tierras nórdicas pronto y posiblemente por contra-posición al frío extremo que había vivido, el verano me pareció eterno. Recuerdo un día que estuve a punto de ir lago de delante de casa a nadar con los patos.

Y justo cuando el tiempo empezaba a hacerse sombrío en Estocolmo volví a Barcelona, donde disfruté de un mes y medio del benevolente clima mediterráneo. Para ver cómo vida volvía a cambiar y me mudaba a Nueva York en el invierno más llevadero de la historia reciente.

Nevó un fin de semana. Vi la nieve en Central Park desde la ventana, contemplé el árbol desproporcionado del Rockefeller Center desde un autobús con calefacción y en los pocos momentos que pisé la calle, iba preparada para reírme del frío  -algo tenía que aprender de mi año en el norte más norte.
 
Sólo noté el mal tiempo durante la semana lluviosa en la que busqué piso cual jabata en busca de madriguera para sus retoños. Y en seguida vino un marzo soleado, un abril florido y el mayo magnífico desde el que escribo, que parece salido de este decorado de televisión gigante que es la Gran manzana.

Y es que cuando vives delante de Central Park; te hacen la colada; te traen la compra a la puerta -y no la tienes que cargar 15min. por el hielo; puedes comprar flores por cuatro dólares y has tenido la suerte de rodearte de gente que hace que tu día a día especial, la primavera se hace metáfora de mucho más pleno, colorido y fácil de lo esperado.

Nueva York me parece una primavera permanente.