lunes, 23 de abril de 2012

Post desordenado

Sé antes de acabar el post que este va a ser desordenado. Un cúmulo de ideas, experiencias, anécdotas sin ton ni son, y desgraciadamente en tono positivo (que ya se sabe, no saca lo mejor de mí).

Hoy he empezado el día acordándome que ayer tiré una caja a la basura donde tenía una pieza de bisutería. Después en un movimiento gracial muy Pi, me he tirado el té con leche encima, para después al levantarme conseguir también tirar el PC al suelo.

Pero al tiempo que todo son desgracias, hoy he ido en el metro junto a un chico mejicano que transportaba unos 100 globos de colores hinchados en forma de perro.  Y he visto como transportaban una jirafa en un camión por 14st...

En Nueva York cada día ves algo fuera de lo común; conoces a alguien excepcional; o vives alguna experiencia surreal.

Esto me recuerda a una afirmación constante en boca de un amigo polemista: "En Barcelona ya nunca pasa nada." 
Voy a tenerle que dar la razón. No recuerdo salir de mi casa en el Eixample y pensar que podía contemplar algo inusual, bonito o feo. Todo era, siempre, normal.

En cambio aquí, me enamoro a diario de Central Park. De sus cambiantes árboles, de las tonalidades de sus lagos y de los millones de niños y perros que lo pueblan. Así como de los piropos educados que me echan los señores mayores en dominicano pensando que soy gringa (grupo al que pertenezco de primeras) y de los looks de la señoras que pasean de mañana por Madison Avenue.



En Nueva York puedes empezar el día saludando al vecino y que este se ofrezca a bajarte la basura "Because you look so pretty, i don't want you to ruin your outfit." (Para a las dos horas tirarme yo misma el té encima). Para a continuación comer en Washington Square rodeado de hippies auténticos de los 70 mientras The Sartorialist hace foto (a la chica de tu lado). Y puedes acabarlo en una fiesta en una tele china anti-gubernamental, hablando con pintores más bizcos que Trueba admiradores de Zuloaga (y de nuevo, tirarme una cerveza encima yo misma). 

En esta ciudad ves desde dos usuarios de silla de ruedas compartiendo energía cinética, ancianitas que se hacen amigas en Burger King, o a una de las hermanas Olsen (demacrada no, lo siguiente) cenando a tu lado en un sitio barato de burritos en Williamsburg.

Aún no he vivido "Noviembre en Nueva York", pero estoy casi segura que mejor que esta primavera no será.


1 comentario:

  1. Hi estic d'acord! Però potser a nosaltres ja no ens passa res a Barcelona, igual que a un Newyorker tampoc li passa res a New York ... Never get used to anything, it's funnier! ;-)

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